OFRECEN: Cocina tradicional italiana y la idea de comer rodeado de árboles en medio de la ciudad. Una carta de platos sencillos y bien hechos, que incluye spuntini e antipasti, ensaladas optimistas, buenas pastas, auténticas pizzas romanas, finas y crujientes y postres caseros.
SINGULARIDAD: Grupo Tragaluz, de la mano de Tomás Tarruella —su cofundador— junto a su equipo, han ideado este restaurante y su concepto, que tras aterrizar en Madrid llega ahora a la zona alta de Barcelona. Bosco de Lobos es un escape de la ciudad, donde comer en un bosque en la Diagonal es posible.
INTERIORISMO: De Francesc Rifé Studio, minimalista y moderno. El local se divide en interior, porche, terraza y parque. Una cocina abierta es el corazón del restaurante; los grandes ventanales ceden el protagonismo a los 600 m2 de un bosque verde creado por los paisajistas Pepote Cornella y Mauricio Ramírez.
RECOMIENDAN: Vitello tonnato de solomillo, Spaghetti a la carbonara clásica, y Tagliolini de anchoas, peperoncino y limón.
PRECIO MEDIO: 35-40 Eur.

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Fotos: ©Lekuonastudio