b-wear Fotografía
Distinción. Un siglo de fotografía de moda
Museu del Disseny de Barcelona
El Museu del Disseny de Barcelona inaugura ‘Distinción. Un siglo de fotografía de moda’, una exposición sobre un género fotográfico poco estudiado.
Por primera vez se muestra una parte importante de la Colección de fotografía de moda que el museo ha creado en los últimos años. Esta exposición subraya la singularidad, la originalidad y la influencia, que se extiende a múltiples aspectos de nuestra vida. ¿Cuáles han sido las características comunes de la fotografía de moda a lo largo del tiempo? ¿Cómo ha evolucionado? ¿Por qué ejerce una fascinación tan grande? Para explicarlo, el comisario Juan Naranjo ha escogido el concepto de Distinción, el cual tiene un doble sentido: la elegancia –que es una característica intrínseca de la moda- y la diferencia, que conecta con las vanguardias artísticas. Desde la época del modernismo –cuando las revistas impresas en papel de alta calidad empezaron a reproducir fotografías de modelos y vestidos— hasta los medios digitales actuales: seducción, provocación y glamour.
La colección cuenta con todos los grandes nombres de la fotografía de moda, en Cataluña y España: Josep Sala, Leopoldo Pomés, Oriol Maspons, Manel Esclusa, María Espeus, José Manuel Ferrater, Antoni Bernad, Javier Vallhonrat, Manuel Outumuro, Txema Yeste, Daniel Riera o Sergi Jasanada, entre otros.
-
Antoni Bernad, 1968. Donació de l’autor / Colección del Museu del Disseny de Barcelona. (Ámbito: Movimientos)
-
Ramon Batlles, 1934. Colección del Museu del Disseny de Barcelona. (Ámbito:Nueva visión)
La exposición consta de 7 ámbitos y 160 fotografías en las que además de seguir un orden cronológico se presentan reunidas temáticamente:
Fotografía y moda. Antes de la fotografía de moda
El primer apartado, Antes de la fotografía de moda, recoge la obra de los pioneros, como Pere Casas Abarca, que abrieron camino en el mundo de la fotografía. Conectaron con la vanguardia del momento, que a principios del siglo XX era el modernismo artístico. En aquella época, las revistas ilustradas comenzaron a utilizar la fotografía de forma habitual, lo que provocó un cambio en la percepción y en la sensibilidad de la gente. El modernismo fue un movimiento muy popular, que trascendió a la vida cotidiana, a la decoración y al mobiliario. También en los vestidos y en la manera de representarlos. Las fotografías de Casas Abarca muestran interiores suntuosos, los vestidos se integran en el entorno y definen una estética y una manera de vivir.
Nueva Visión
La consolidación de la alta costura en la década de 1930 coincidió con la renovación del lenguaje visual que introdujeron revistas como D’Ací i D’Allà, Tricornio, Las cuatro estaciones, Imatges o Ford. Estas publicaciones fueron las plataformas de difusión de la vida moderna, y firmas como Santa Eulalia, El Dique Flotante, Badía o La Innovación las eligieron para promocionar sus creaciones. En este período surgió la primera generación española de fotógrafos de moda, un grupo de jóvenes —entre ellos Josep Sala, Ramón Batlles, Compal, Samuel Suñé y Antoni Ollé Pinell— que utilizaron los recursos estéticos de la llamada Nueva Visión: descentramientos del eje de simetría, fragmentación, puntos de vista inusuales… Sus fotografías fueron utilizadas para ilustrar artículos y como publicidad de los creadores de alta costura en las revistas citadas, que difundieron la modernidad en España. -
Daniel Riera, 'City Suits', 2009. Jersey de Hermés, camisa de Brooks Brothers, corbata de Gucci, cinturón de Bell & Ros, zapatos de Duckie-Brown, vestido de Chanel. (Ámbito: Paisajes)
Escenificaciones y fantasías
Por su automatismo, su poder de evocación y su naturalismo, la fotografía ha sido considerada uno de los medios de registro más realistas. Esas características la convierten también en el medio idóneo para subvertir la realidad. En la fotografía de moda, la realidad siempre es intervenida, simulada o recreada. Los fotógrafos parten de la escenificación, de las proyecciones, para acercarnos a una realidad amplificada, idealizada y extraordinaria, para transmitir ideas y sensaciones, para seducir. Los fotógrafos de este ámbito crean imágenes futuristas, mágicas, oníricas o provocadoras a partir de narraciones asociadas al cine y a la literatura, a la estética surrealista. Nos acercan a las fantasías eróticas y nos muestran angustias, miedos y tensiones, convirtiendo lo ordinario en extraordinario.
Identidad y diferencia
El retrato es una de las prácticas fotográficas con mayor visibilidad en las revistas de moda, y una de las más utilizadas en las redes sociales. Su concepción se ha ido modificando. Durante gran parte del siglo xx, en la promoción de la moda predominaron los retratos, como signo de distinción y de poder. Los cambios radicales que se iniciaron en la década de 1960 posibilitaron un nuevo tipo de acercamiento al retrato, en el que la imagen del otro, en un sentido amplio, empezaba a ser visible. Los editores y fotógrafos de moda empezaron a jugar con conceptos como identidad y diferencia, a fin de relacionar sus creaciones con las nuevas corrientes de pensamiento. Sus fotografías se asocian o transgreden las nociones establecidas en torno a clase, sexo, religión, gusto o cultura, e ilustran las concepciones y los debates que se producían en la época en que fueron realizadas. -
Biel Capllonch, 2006. Donación del autor / Colección del Museu del Disseny de Barcelona. (Ámbito: Escenificaciones y fantasías)
-
Enric Galcerán,2006. Donación del autor / Colección del Museu del Disseny de Barcelona. (Ámbito: Identidad y diferencia)
-
Manuel Outumuro, 1995, Bañador de Guillermina Baeza (ámbito: Paisajes)
Interiores, exteriores
De la mujer ídolo a la mujer activa. La guerra civil acabó con esta época de la moda en Barcelona y España. Después del conflicto empieza una nueva etapa, marcada por Alta Costura, que será la revista de referencia. Impulsada por la Cooperativa Alta Costura, de la cual era presidente Pedro Rodríguez, que aglutinó la buena sociedad de Barcelona alrededor de los desfiles que organizaba en el Hotel Ritz. En Madrid aparecen también fotógrafos especializados en moda– hasta aquel momento la actividad se concentraba sobre todo en Cataluña-. En un primer momento difunde la imagen de la mujer ídolo, inspirada en las películas de Hollywood, retratada con una luz muy teatral (Juan Gyenes, Josep Compte). Otra serie de fotografías muestran una mujer más moderna y más activa, que sale a la calle, desenfadada y provocativa. La diferencia entre interior y exterior, la casa –como un plató— y la calle, es más marcada que nunca.
Movimientos
De los años cincuenta a los setenta. Los años cincuenta están marcados por el realismo poético de fotógrafos como Leopoldo Pomés y Oriol Maspons, que se inspiran en la fotografía humanista y el cine neorrealista. Adoptan premisas criticas, irónicas y presentan una visión más cercana y humana de la mujer. Los años sesenta están representados en el cuarto espacio de la exposición, “Movimientos”.
Esta renovación se centra en modelos más jóvenes y modernas e imágenes que desafían el establishment: Son los años pop y psicodélicos. La fotografía de moda vive una revolución. El cuerpo se viste con pintura o con la ropa más sencilla y popular, que lleva impreso un eslogan publicitario: la camiseta. Es el gran momento de Oriol Maspons, con sus fotografías de modelos para Bocaccio.
Paisajes
Paisaje urbano o natural, naturaleza y artificio, son conceptos fundamentales en los debates en torno a la noción de paisaje, que han estado muy presentes en la fotografía de moda. Durante gran parte del siglo xx, Nueva York ha formado parte del imaginario colectivo como el paisaje urbano por excelencia. La vida en la ciudad y los rascacielos han sido utilizados frecuentemente como escenarios naturales por los fotógrafos de moda, como un símbolo de progreso, éxito y modernidad. La introducción de nuevas teorías, la ecología, la sensibilidad medioambiental, han propiciado que los fotógrafos de moda y de publicidad recurran a espacios naturales sin humanizar, territorios agrestes, áridos y desérticos, carentes de referentes temporales, culturales y sociales; unos paisajes que pueden formar parte del futuro o del pasado. Espacios vacíos, ambiguos, que se cargan de referentes a partir de las proyecciones de los editores y fotógrafos, de sus ideas o conceptos.
- Del 25 Noviembre al 27 Marzo
- Museu del Disseny de Barcelona
- Plaça de les Glòries Catalanes, 37-38 08018 Barcelona
- www.museudeldisseny.cat
- Telf. 93 256 68 00