“Con Lluc queríamos hacer una propuesta minimalista con un huevo de chocolate que simbolizara esta “olla de colores cobrizos” con fuego debajo en la que concentramos el vino, por eso el “vi bullit” sale de dentro del huevo. Hemos trabajado con la idea de hacer un huevo de chocolate con el justo equilibrio entre dulzor y amargor y con notas cítricas que lo acerquen a la paleta aromática del vino”, dice David Seijas. Lluc Crusellas ha utilizado para esta ocasión chocolate con leche con una nota cítrica de lima.