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Contraban@hotel Wittmore

Mesa para dos

Por Silvia Micolau 09.02.23

Contraban es una perla oculta, a modo de speakeasy, en un callejón sin salida del Barri Gòtic.

Wittmore, el hotel boutique Adults Only del que forma parte, te recibe con su fachada oscura y atrapa, una vez dentro, con un memorable aroma signature. Otros detalles que hacen de este enclave un lugar particular: los diseños florales de Flowers by Bornay, la chimenea encendida bajo una mirrorball, los libros y revistas escogidos por la librería Terranova y Odd Kiosk, que, te alojes allí o no, puedes leer en el bar-coctelería, objetos interesantes de aquí y de allá, como el cántaro de Miguel Milá para el Museu del Càntir d’Argentona (¡corred a Mundana a por el vuestro!), y una singular piscina de color naranja en la azotea del edificio, abierta a huéspedes y barceloneses. Se nota que tras Wittmore está Anima Hotels, que se presenta como una cadena que repiensa el hospedaje tradicional, con espacios que generan emociones visuales y resultan intelectualmente estimulantes. Sus hoteles se postulan como "editores de contenidos ocio-culturales de origen local, que contribuyan a las conexiones humanas, el enriquecimiento personal y la creación de sinergias con el entorno y la comunidad".

  • Probamos su carta un mediodía de cielo plomizo. En otra ocasión, era verano, comimos al aire libre, en el patio, que cuenta con el jardín vertical más alto de la ciudad.

  • Con vistas a ese tapiz vegetal, abrimos la carta, que se basa en las emociones que surgen durante un proceso creativo. El chef Alain Guiard interpreta, culinariamente, la “Impaciencia”, representada con platillos rápidos de servir y comer como la Panceta de cerdo Duroc con pickles y lima, o las Crudités con dos hummus (comino y cúrcuma) y tahini; la “Libertad”, o bocados que pueden tomarse a cualquier hora como la Pizza/brioche Michelangelo con tomate picante, ricota, hinojo y pepperoni o el "Sandwich almohada" de rabo de buey con queso crema de olivada; “En blanco”, sabrosas combinaciones que ayudan a salir del bloqueo, como los Puerros asados con recuit y vinagreta de ceniza; la “Excitación creativa”, recreada con diferentes carpaccios que permiten ser trabajados casi como lienzos; la “Frustración”, propuestas que para poder ser disfrutadas requieren de la intervención del maître para eliminar algún obstáculo que impida la degustación, como la Cocotte lutée de lubina, orecchiette y caldo de gamba; la “Sorpresa” con elaboraciones inesperadas como el Turnedó de atún a la pimienta verde con parmentier de cebolla y acelgas de colores; y la “Nostalgia” con recetas que evocan la infancia como los Macarrones del cardenal con secreto ibérico. Los postres, o “Dulce satisfacción”, responden también a momentos en los que, para inspirarnos, buceamos en la memoria, con recuerdos como el del polo Drácula.

  • Para abrir boca no pidáis solo una ostra de Normandía nº 2 con yuzu y kimchi como hice yo, que después pensaréis: me hubiera podido comer un cubo entero, sin remordimiento alguno. Para continuar optamos por compartir la Berenjena escalivada con miel de pino y piñones,

  • el Carpaccio de cigala, crema agria con caviar, lima y cebollino,

  • y el Ciervo cocinado en costra de arcilla, con polenta, membrillo y calabaza. Caza en temporada añade sustancia.

  • Para beber, de su selección efímera de vinos locales, una copa del S. O. S. #01 La Salada de Oriol Artigas, pansa blanca, edición limitada de 2.255 botellas. Como devota de esa variedad emblemática de Alella, quise probar su versión natural.

  • Nuestras elecciones: un festival de exquisitos emplatados y sabores vibrantes y elocuentes. ¿Volvería? ¡Hoy mismo! O el 14 de Febrero, que ofrecen un menú especial e invitan a un cóctel si sois más de dos.

  • Temas de conversación que recuerdo: el comportamiento de los peces betta, que hacen auténticas burbujas de amor en la pecera para construir sus “nidos”. Los limones, cidras, pomelos, naranjas, kumquats e híbridos que se cultivan en el huerto de la Todolí Citrus Fundació y sus mermeladas. Los cítricos en la cocina: la lima, el yuzu; el sorprendente toque del tomillo limonero en la pizza de Bacon, queso curado y puerros de Standard, o el aceite de mandarina condimentando la pizza Tagliatella, con salsa de tomate confitado amarillo, mozzarella, mortadella di Bologna IGP, stracciatella, pistacho y rúcula, de la pizzería homónima, pizzas que vienen a cuento por ser hoy su Día Mundial. Las maravillosas teste di moro contemporáneas de Ovo Idee e Manufatti, que hacen que nos detengamos a menudo a mirar el escaparate de Alfons & Damián, una vez terminada la segunda temporada de The White Lotus, que las ha devuelto a la actualidad. Música y dinero de Yung Beef, con un melancólico sampler de Sleeping Alone de Fading Memories feat. Spars, que ando escuchando en bucle. La adicción a los vídeos sobre LA y alrededores del youtuber Pau Clavero.

  • Qué hicimos después: ir al Centre Cívic Fort Pienc a ver, dentro de la programación del DocsBarcelona (ahora en Filmin), el documental de Leena Kilpeläinen sobre Maija Isola, diseñadora textil autora de los icónicos estampados de la marca finlandesa Marimekko. Estamos a la espera del lanzamiento de Bastua, una colaboración con Ikea (disponible en Marzo) de la que ha trascendido un inédito print de exuberantes hojas de ruibarbo, y objetos que bien podrían estar en una sauna nórdica. Por cierto Tiina Alahuhta-Kasko ¿para cuándo flagship en Barcelona?