Cuenta ella misma en su Instagram que cuando se mudó a New York City, conoció a la leyenda Danny Tenaglia quien le regaló su primera mixer, Ted Patterson le enseñó los secretos del beat mixing, y grababa sus sets en la casa de Gant Johnson. Todo esto mientras buscaba trabajo, se asentaba en la gran ciudad, y comenzaba su tratamiento hormonal para ser como ella siempre quiso ser. Mucha agua ha corrido bajo el puente desde aquel entonces, y hoy tenemos a una artista completa que conoce todos los secretos de la música house y sus influencias y derivados, es un nombre indispensable en cualquier festival especializado que se precie, y sus sets son un enérgico paseo por el ayer y el hoy mezclando produciones propias, remixes de otros y grandes clásicos del ayer. Ha logrado que su queerness sea mainstream, ha salido de los lugares comunes del ghetto y del ambiente, y todo simplemente con buena técnica, buena música y su arrolladora personalidad. Una must.