Detrás de esta ortografía caprichosa hay un juego de palabras que depende como se pronuncie, en francés puede significar “buen invierno” o “buena borrachera”; y es el proyecto del cantautor de Wisconsin Justin Vernon, al que se suman Mike Noyce, Sean Carey y sesionistas varios para complementar los complicados arreglos y armonías vocales de los discos al tocarlos en directo. El disco debut 'For Emma, forever ago' llegó en el 2007 editado de manera personal y que a pesar de su complejidad sonora, fue grabado de una manera totalmente lo-fi con pocos micrófonos y equipamiento casi obsoleto. Igualmente sirvió para poner en el mapa al talento de Justin y hasta Peter Gabriel, una de sus influencias, le grabó un cover del tema 'Flume' en su disco 'Scratch my back'.

El despegue final llegaría en el 2011 con el segundo disco 'Bon Iver, Bon Iver', que fue nuevamente autoproducido, pero que sónicamente representa un paso muy adelante con respecto al primer trabajo: si “For Emma…” se podía enmarcar dentro de un folk más o menos clásico, 'Bon Iver…' es un folk galáctico, un disco en el cual todas las canciones tienen nombres de pueblos y donde Vernon da rienda suelta a una paleta de sonidos insospechada para el género: voces procesadas, sintetizadores añejos y aires de baladas ochentosas tan fuertes, que hasta incorpora sin miedo ese instrumento tan usado en esa década y que fuera totalmente erradicado en los 90: el saxo, o peor aún, saxofones procesados. Justin declaró recientemente: “si no experimentas, solo estás masturbándote musicalmente un montón de veces, y nadie desea ver a nadie masturbarse”, y de eso se trata, Bon Iver ha abierto un interesante nuevo puente sonoro al folk y estamos expectantes por ver a este talento en directo, un talento de verdad, que llega más allá de los premios de la industria o los elogios de la prensa especializada. Música bellamente invernal para nuestro tórrido verano de crisis.