El fantástico mundo de los robots es la inspiración del artista multidisciplinario Tocho Vázquez en la creación de una serie de esculturas similares a juguetes. Organizados en familias de figurillas que se elaboran a partir de artefactos recolectados en los mercados o simplemente encontrados que representan intereses específicos que preocupan al artista. El aspecto retro-futurista hace referencia a las películas B y los cómics que pertenecen a una época en la que todos eran optimistas sobre la tecnología, en lugar de hoy en día, donde tal vez sea lo contrario. Algunas de las piezas son estáticas, otras tienen elementos móviles, varían en tamaño desde diminutas hasta la altura de la rodilla, pero todas comparten una peculiar sensación de fantasía lúdica. La pareidolia es el término utilizado para identificar el rostro humano dentro de objetos inanimados, que se expresa maravillosamente en estas figurillas que lucen como si en cualquier momento podrian tener una vida autónoma propia.