b-inspired Entrevista
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Albert Serra
Albert Serra es hoy uno de los directores de cine españoles con mayor relevancia internacional de la última década. La primera película estuvo dos años en la cartelera parisina. Sus obras, admiradas en Francia y desconocidas en su propio país, nos sumergen en la mística, en lo absurdo. Un viaje perpetuo sin inicio ni final, donde lo importante es el hecho mismo del viaje. Nacido en Banyoles (Girona) en 1975, artista multidisciplinar con cuatro largometrajes en su haber, dos obras de teatro y otros tantos proyectos exhibidos en diferentes museos.
¿Tenían cine en Banyoles?
En Banyoles había dos salas de cine. El título que más me impactó en la infancia fue ‘Brigadoon’, de Vincente Minelli.
¿Qué paso entre que dejó la universidad e hizo su primera película?
Solo trabajaba los veranos antes de rodar mi primera película amateur, ‘Crespià, the film not the village’. Un trabajo que rodamos en dos días sin ninguna ambición artística, luego surgió esta ambición. Estudié filología hispánica y lectura comparada, historia del arte no la acabé debido a la mediocridad de alumnos y profesores.
¿Qué le ha parecido la muerte de Gadafi?
Para mí la muerte de Gadafi tiene dos lecturas, por una parte me gustó porque se demostró que yo tenía razón frente a todas las voces que decían que huiría del país, que cogería un avión al exilio, incluso amigos míos muy inteligentes, mientras yo estaba convencido de que su final sería digno de su pasado, como así fue. Por otra parte tiene otra lectura política: el que cometió tantas injusticias esta vez fue víctima de una injusticia, cosa muy interesante desde un punto de vista político; si no tienes la bomba atómica vienen los poderosos y por muy loco que estés y muy controlado que tengas el país, llegan las grandes potencias y en quince días estás liquidado. Quizás peco de demasiada presunción o atrevimiento.
¿Cómo ve la situación política actual de España?
No me interesa la política actual, me interesan casos más extravagantes como el anterior, el día a día de la política actual me da igual. Como el 15M que no ha suscitado ningún interés, todo se diluye sin mayor transcendencia. Son individualidades las que marcan un país, siempre me centro más en figuras concretas ya que la suma de todas estas individualidades hacen la cultura, gente concreta con una obra concreta.
¿Crée estar en sintonía con algún director actual?
No estoy en sintonía con ningún director actual, mi originalidad es algo inevitable aunque también un objetivo interesante, en la medida en que hoy tienes mucha información de lo que hacen los otros, a veces inconscientemente corriges algo de lo que haces. Al contrario, los directores que podría decir con los que estoy en sintonía me ayudan a saber lo que no tengo que hacer. A nivel general sí que hay influencias espirituales, pero en lo concreto intento olvidarme de estas influencias para hacer cosas diferentes. Esta creo que es una de las claves para que mis películas sean originales. Era muy bonita la frase que decía Peter Handke en una entrevista: “los grandes escritores son aquellos que no pueden ser imitados”. Cierran la posibilidad de influencia para que los que vienen detrás encuentren su propio camino. Este es uno de mis objetivos, hacer algo que sea imposible de imitar. Aunque siempre hay el peligro de caer en el manierismo.
Así que su última película no tiene nada que ver con las anteriores...
Tiene las mismas constantes que la anteriores pero tiene retos personales, no para los demás, ni para que crean que quiero complacer a nadie sino un reto para mí mismo, que el hecho de hacerla le dé un interés a mi vida, si no haría un trabajo normal y aburrido sin ningún tipo de interés. Como hay siempre un poco de auto consciencia artística en el siglo veinte, aunque intento olvidarla, intento trabajar de la manera más simple y lúdica posible.
¿Cuál ha sido la crítica más divertida que le han hecho?
Yo siempre cito la crítica de Rodríguez Marchante “un montón de estiércol cinematográfico”, me gustó mucho debido a la afición que comparto con Dalí por la mierda, aunque a él le gustaba la frase por otros motivos.
¿Su elección de cine contemplativo tiene como objetivo potenciar el aspecto introspectivo del espectador?
Esta dimensión contemplativa de las imágenes es una intensificación de la representación del espacio y tiempo. Cosa que no se puede hacer de ninguna otra manera, la persona que está concentrada puede obtener una mayor comunión con lo que está haciendo.
¿Cómo ha sido la correspondencia con Lisandro Alonso? (Totes les cartes. 12 octubre 2011 - 19 febrero 2012, CCCB)
Ha sido más una correspondencia conmigo mismo. No intercambiamos mucha carta porque lo que a mí me interesa es hacer mi propia película. Es un making off comodín para todas mis películas, para mis películas pasadas, presentes y futuras; así tener que olvidar de hacer making-off. En la última película de Drácula un escritor italiano ha estado tomando notas escritas con las que hará un libro, pero con esto cierro la posibilidad de más making-off a no ser que alguien venga con mucha pasta.
¿Por qué cree que siempre que opinan de su Quijote dicen que es una adaptación muy libre?
Yo creo que es muy fidedigna aunque no me interesa si es así o no, lo que a mí me interesa es hacer una buena película. No sé si es buena adaptación pero es una buena película.
¿Le han llegado ofertas de Francia?
Me siento un poco frustrado porque mucha gente equivalente conmigo tiene mucho más rendimiento en Francia que yo. De hecho me inquieta un poco porque la mayoría de la producción de la última película es española, cosa inquietante viendo cómo van las cosas aquí a nivel cultural, no es uno de los sitios más punteros. Pienso que ya tendría que estar todo pagado por los franceses.
Ha manifestado en otras ocasiones que los museos jugarán un rol importante en la difusión de películas más artísticas, ¿crée que los sitios web podrían jugar un rol importante también?
Antes era más purista pero ahora ya no, la realidad avanza tan rápido que no puedes luchar en contra, aunque, en pantalla pequeña estas películas de cine de autor son más frágiles.
¿Cómo ha sido su experiencia como actor?
Soy bastante bueno como actor, de cine creo que sería más flojo, pero en teatro creo que tengo más recursos, tengo el dominio del tiempo real. De hecho en la vida real actúo bastante.
¿Qué nos puede avanzar de su última película, mezcla del mito de Drácula y Casanova?
Poco que contar... De hecho no miro ninguna imagen durante el rodaje hasta el montaje, como dirían los médicos: “todo se desarrolló con normalidad, no hubo heridos”. Puedo decir que, como siempre, los actores son muy buenos. Las actrices las elegí por la calle, hice un casting pero al final me quedo con estas primeras chicas. El actor principal es Vicenç Altaió, director del Arts Santa Mònica. Es mi primer largometraje en interiores, es más aburrido que los anteriores, los que dicen de que un interior es un decorado muerto tienen razón. En este último rodaje tenía nueve cámaras, más que Ridley Scott en su última película.
¿Cuál ha sido el último movimiento cinematográfico?
El digital, cambia la percepción totalmente. De hecho he escrito un libro sobre este tema. Pensaba que iba a ser un libro que todos las escuelas incluso las de China lo iban a comprar en masa. Los críticos de cine tendrían que estar más informados. No hablan de la tecnología digital por miedo, porque es tan fácil.
¿Crée que somos más puritanos que veinte años atrás?
Ahora existe lo de lo políticamente correcto que antes no existía, hay más miedo de decir cosas equivocadas, todo queda grabado y registrado. Los que tienen el poder de cambiar las cosas se han vuelto más cobardes por miedo a perder su estatus.
Largometrajes de Albert Serra:
2003 - Crespià, the film not the village
2006 - Honor de cavalleria
2008 - El cant dels ocells
2011 - El senyor ha fet en mi meravelles
2012 - Historia de mi muerte