El edificio, anteriormente ocupado por unas oficinas de Caixa Catalunya, fue restaurado por a + b Arquitectes (colaboradores habituales del grupo) junto con la interiorista Teresa Sapey. Hay 66 habitaciones organizadas alrededor de 3 patios interiores que introducen luz directamente en todas las plantas. La característica sobresaliente del proyecto es el diseño gráfico y su integración dentro de los espacios arquitectónicos que incluye immediatas referencias a Luis Buñuel y a Magritte entre otros artistas surrealistas, respetando la integridad de la estructura existente. La triple altura de la recepción y el vestíbulo están dominados por un gráfico de gran tamaño de una chaqueta deportiva incorpórea en constante asistencia de los ascensores que sirven a las plantas superiores. Dentro de los patios de luces, una serie de intervenciones de artistas inspirados en 'el ojo' y el acto de ‘mirar’ son los elementos dominantes. Trompe l'oeil, voyeur... aquí nunca estamos seguros de si somos el observador o el observado.

Una terraza en la azotea y un restaurante también forman parte de este proyecto de renovación, el tema visual continúa en imágenes de la ciudad decorando la balaustrada mientras que el restaurante se extiende en el mayor de los patios interiores. Las habitaciones en sí son amplias y todas disponen de una escultural cabecera retroiluminada que sigue con el hilo conductor de lo circular y una instalación de armario / lavabo que se puede cerrar cuando no se utiliza. Todas las habitaciones están equipadas con todos los accesorios que se esperan de un hotel contemporáneo y con estilo.