b-ing Arquitectura
El museo temático. Interpretación y archivo
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Central Nuclear Ascó, Tarragona.
Arquitectos: Arquitecturia, 2011.© Pedro Pegenaute Esparza
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Museu Picasso de Barcelona (Annexo)
Museo Picasso, Barcelona. www.museupicasso.com
Arquitecto: Jordi Garcés, 2011. www.jordigarces.com© Adrià Goula
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Contenidos: FC Barcelona / ExitDesign.
Producción: ExitDesign / Mediapro.
Diseño: ExitDesign www.exitdesign.com
www.fcbarcelona.cat© ExitDesign / Mediapro
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Parque Arqueológico Minas de Gavà
Gavá, Barcelona. www.parcarqueologic.cat. 2006
Dani Freixes, Eulàlia González, Vicenç Bou, Vicente Miranda© Josep Casanova
El potencial que tiene la cultura para generar grandes negocios es una realidad hace tiempo reconocida por el sector público y el privado. Hasta podría afirmarse que visitar galerías y museos se está convirtiendo en un ritual de integración cada vez más importante en nuestra sociedad contemporánea, altamente diversa e individualista. Templos en los que rendir homenaje a los objetos y parafernalia que nos conectan y han contribuido a dar forma a nuestro mundo.
El museo temático es una categoría aparte; inspirado a menudo por un individuo, grupo u objeto específico, el museo cumple un papel importante tanto en su función de archivo como en lo referente a la interpretación. Esta conjunción en un emplazamiento definido (bajo el enfoque museológico del tema escogido) puede ser en primer lugar una importante herramienta para comprender correctamente por qué una cosa es valiosa y también en lo que respecta a su conservación para las generaciones futuras. La ciencia de la exposición y presentación en este contexto es una disciplina en sí misma que existe paralelamente al propio edificio o recinto. La arquitectura debe hallar un equilibrio entre representar el tema de algún modo, respondiendo a la vez a un contexto general pero sin caer en una parodia kitsch del tema. Si se logra la combinación de las dos cosas (el diseño y la exposición), el resultado puede ser una experiencia gratificante y poderosa para el público general y un valioso recurso para la investigación y el estudio.
Las recientes revelaciones acerca de la cantidad de instituciones deportivas y culturales financiadas con fondos públicos que actualmente se cierran o solo se utilizan parcialmente por problemas de financiamiento o sencillamente por falta de interés ha puesto en el punto de mira la forma en que los ayuntamientos emplean los presupuestos. Durante la década pasada, antes de que llegara la recesión, todos los ayuntamientos, incluidos los más pequeños, rivalizaban por conseguir el 'efecto Guggenheim' de Bilbao. Construyamos algo espectacular y el público acudirá a verlo en masa, sin pensar en los gastos actuales de mantenimiento, gestión y personal en los que se incurre inevitablemente. A medida que en España la recesión se hace más profunda, la lista de damnificados se hace más larga. La última víctima es el Centro Oscar Niemeyer de Avilés, que lleva dos meses cerrado por falta de recursos a pesar del respaldo del gobierno local. Pensemos en los excesos faraónicos de la Ciudad de la Cultura de Galicia (diseñada por Peter Eisenman), un coloso al que nadie parece dispuesto a poner precio definitivo, o sin duda el edificio del Fórum 2004 de Barcelona (diseñado por Hertzog y de Meuron), recientemente reconvertido en una rama del museo de Ciencias Naturales, otro ejemplo de infraestructura construida con fondos públicos pero sin un propósito a largo plazo. El ajuste entre programa y construcción en este caso sencillamente no funciona y constituye más que nada el testimonio de una planificación indolente y malgastadora.
Los proyectos de esta colección ecléctica pueden dar la impresión de tener poco en común, una mezcla de iniciativas públicas y privadas situadas en emplazamientos rurales y urbanos. Sin embargo, todos son edificios encargados a medida por motivos específicos para cumplir una función explícita. Ya se trate del pintor más renombrado del siglo XX, el club de fútbol más famoso del mundo, un tesoro arqueológico o incluso la energía nuclear, estos edificios celebran todo aquello que da color a la vida y han surgido más de la pasión que de la pura especulación. Un criterio que debería aconsejarse a cualquier infraestructura de esta clase.