La Casa Amatller es uno de los ejemplos más elegantes y mejor conservados de la arquitectura modernista de Barcelona. Hogar de Antoni Amatller Costa (1851-1910), un industrial y fotógrafo brillante que encargó al arquitecto Josep Puig i Cadafalch (1867-1956) la remodelación de un edificio del Passeig de Gràcia para convertirlo en vivienda familiar. Amatller pensaba que la creciente riqueza de Cataluña representaba un retorno a una edad de oro que exigía un nuevo lenguaje arquitectónico en el que tuvieran cabida los materiales modernos que impulsaban la nueva riqueza de la ciudad: el hierro fundido, las vidrieras y los tejidos, unidos a las artesanías que reflejasen la excepcional sensibilidad artística local. Junto con sus vecinas, la Casa Batlló y la Casa Lleó-Morera, este edificio conforma uno de los tramos más importantes de la principal avenida de Barcelona.