La solución hallada finalmente deja ver claramente qué parte es contemporánea y qué parte originaria revelando la estructura, cuyas partes dañadas se han utilizado para incorporar luz o para alojar servicios modernos, como el sistema de megafonía o los lavabos de la planta baja, situados en una cápsula de cristal que flota por encima del nivel del suelo dentro de un anexo a la capilla principal. Las palomas vuelan libremente entre el nuevo recinto de cristal y las descascaradas paredes originales de la antigua capilla lateral. Entre los elementos específicamente nuevos se cuentan un tejado, dos escaleras de acceso a un futuro archivo histórico / espacio de exposiciones y un módulo de entrada rediseñado. Aunque robustos y resistentes, estos nuevos elementos están instalados con estilo y todo el proyecto retiene la calidad de sus orígenes religiosos transmitiendo no obstante una sensación totalmente contemporánea. La iluminación y el suelo radiante cumplen con los criterios de confort del siglo XXI.