OFRECEN: Arriba, a pie de la calle Avinyó, Palosanto es un restaurante de tapas y platillos de las cocinas mediterránea y peruana –como los Tacos de atún marinado con brotes de soja o la Carrillera de cerdo cocinada 36 horas a baja temperatura con puré trufado– y una carta de vinos con sorprendentes referencias españolas a buen precio. Abajo, Kokka es una barra nikkei de sushi y ceviches, con platos como Causa de langostino con kimchee y cilantro, Tiradito de pez mantequilla con tartufo y lima, o Ceviche de corvina con ají amarillo, además de sashimis, niguiris, makis, y bebidas a base de pisco y sake.
SINGULARIDAD: El formato de barra de Kokka y la ausencia de cocina más allá de una plancha selladora obliga a que los platos se preparen al instante a los ojos del comensal, resultando en un auténtico espectáculo. Mientras que la fórmula gastronómica de Palosanto, de calidad y con carácter, y su ubicación, conectado a la Plaza George Orwell, lo han convertido en imprescindible para los sibaritas y foodies que visiten el Gòtic.
INTERIORISMO: Kokka es lounge e íntimo y Palosanto es urbano y moderno.
PRECIO: Palosanto: 25 eur. Kokka: 30 eur.