OFRECEN: Platos llevados al bocadillo (albóndigas, cazón en adobo, mar y montaña…) y entrepanes clásicos como el de calamares o el pepito de ternera. Tapas y platillos (Croquetas, Bomba, Ensaladilla de Cádiz, Ortiguillas rebozadas, Torta de camarones, Gambas al ajillo, Tortilla negra de chipis en su tinta, Pulpo con maíz en texturas y allioli de lima, Tallarines con rabo de buey, aceite de trufa y parmesano…). Cañas de cerveza bien tirada y variedad de vinos a copas. SINGULARIDAD: Para atender el local, el propietario, Kim Díaz, contrató a profesionales veteranos, simpáticos, uniformados y por la labor. Sus caras cuando eran niños se ven en los posavasos. INTERIORISMO: Cuando entras, retrocedes hasta un bar madrileño de los de antes, con barra, algunas mesitas de mármol para sentarse, y dos ventanales con taburetes para comer tanto dentro como fuera. En las paredes, relojes que marcan las horas de distintos barrios del país, Sophia Loren y Jayne Mansfield, y una colección de siete piropos. RECOMIENDAN: El bocata Antxón, con huevo a baja temperatura, chistorra y patata hilada. Los humorísticos Roces con un camarero o con el dueño. PRECIO MEDIO: 20-30 €.
Instagram: @entrepanesdiaz