OFRECEN: Izakaya bar con mucha vida donde ir a tapear, a divertirse y a escuchar buena música, desde la tarde hasta la noche. La carta es de cocina japonesa de inspiración callejera, donde el producto mediterráneo es el protagonista. Al frente de la cocina está Rossana Esquer y entre sus platos destacan los Mejillones de roca al wok, el Katsu Sando (sándwich japonés); de la robata, la Costilla ibérica laqueada con sukiyaki; del sushi bar, el Sashimi de atún Bluefin (Balfegó); y las Brochetas a la brasa como la de Cola de rape, de Pie de cerdo, o Yakitori de pollo. Para acompañar, cócteles de autor pensados para maridar con la carta y el ambiente, y una selección de vinos naturales a cargo de Juan Bartolomé, director del restaurante. SINGULARIDAD: Es uno de los mejores secretos guardados en la ciudad. La cocina está totalmente a la vista para poder contemplar la embelesadora acción en los fogones. INTERIORISMO: En colaboración con Lekuonastudio, un local acogedor con una zona de sushi y un espacio central frente a la robata. RECOMIENDAN: Probar el máximo de opciones y dejarse guiar por Juan o Camila. PRECIO: 30-40 Eur.

Fotografías: ©Lekuonastudio