OFRECEN: Aperitivos (almendras fritas, anchoas del Cantábrico, gildas…), embutidos, quesería y jamón cortado a mano, montaditos, latas -entre ellas una de mejillones a la madrileña-, platillos fríos como Ensaladilla rusa o Tartar de tomate con mayonesa de queso, rúcula, piparras encurtidas y alcaparras, y calientes como Pollo moruno o Beef au Priorat. Para beber, más de 650 vinos -naturales y los de toda la vida-, jerez, vermut y cañas de cerveza sin pasteurizar. SINGULARIDAD: “Mis locales surgen de un relato imaginario, en este caso el de una familia andaluza que llegó a Barcelona en los 60, abrió una bodega y con el tiempo pudo mandar a los niños a estudiar enología a Francia, de donde regresaron con ideas de vinos naturales”, explica Kim Díaz, su artífice. INTERIORISMO: Aspecto de tasca, con mil detalles en los que fijarse y gráfica de Lo Siento. Ristras de ajos conviven con cartelería francesa. Color verde andaluz en el rótulo, la puerta y las camisetas del personal. Incluye el Flores Bar, peculiar altar dedicado a Lola Flores, empapelado con imágenes de ‘La Faraona’. RECOMIENDAN: El Caíllo y la Marinera murcianos del chef Dani Sánchez. PRECIO MEDIO: 20 €.
Instagram: @bodegasolera